En línea con su objetivo de fortalecer los sistemas alimentarios locales y desarrollar los territorios amazónicos, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por su sigla en inglés) buscó generar evidencias sobre los efectos económicos, nutricionales y ambientales que tendría el reemplazo, en programas institucionales de compra de alimentos, de productos exógenos por alimentos amazónicos.
Gracias a un acuerdo de largo plazo con el WFP -cuyo origen se encuentra en una alianza previa entre la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el WFP- Qualitas Agroconsultores elaboró una metodología innovadora para simular escenarios de incorporación de alimentos amazónicos y estimar sus impactos, estudio que se desarrolló entre enero y julio del presente año.
En Colombia, se evidenció que la incorporación de harina de chontaduro en sustitución de harina de maíz fortalece el carácter inclusivo de las compras: cada 100 toneladas de producto genera 21 empleos directos e involucra a 14 familias de pequeños productores amazónicos con un ingreso promedio anual por familia de USD 17,2 mil. Los ingresos brutos a nivel del eslabón primario aumentan en un 83%, y el número de empleos incrementa en 62%. Los aportes nutricionales son parecidos a aquellos del escenario base y la Huella de Carbono se reduce en un 6,6%.
De igual manera, en Bolivia, la incorporación de harina de castaña amazónica en sustitución de harina de avena genera un impacto positivo: cada 100 toneladas de producto incorporado genera 65 empleos directos e involucra a 62 familias de pequeños productores amazónicos con un ingreso promedio anual por familia de USD 6 mil. Los ingresos brutos a nivel del eslabón primario aumentan en un 156%, y el número de empleos incrementa en 111%. El aporte proteico incrementa en 17% y la Huella de Carbono se reduce en un 9,7%.